martes, 24 de mayo de 2011

Das Mädchen

Su mirada encantadora, esa bella sonrisa, la verdad reflejada en sus ojos, ese gesto serio cuando va a darme un beso, me enamore de una bella doncella.

Era un dia normal, escuela normal, personas normales ningún maldito loco tratando de correr en los pasillos gritando y diciendo estupideces, había terminado mi clase de calculo, Sali al corredor y me decidi a salir por algo de comer pero en ese instante me tope con el mejor jugador del equipo de football de la escuela, yo continue caminando, solo sentía las pisadas detrás de mi, venia acompañado de sus idiotas amigos, yo segui caminando normal hasta que el tipo interfirió en mi camino

-¡Oye tu!-

-¿Que se te ofrece?-, dije con un tono de seriedad

-¡Vi como mirabas a mi chica!-

-¿Qué chica?, ha ya se cual la gorda de ahí, puedes quedártela no me interesa-

-¿Qué dijiste idiota?-

-Que tu “chica” no me interesa-

El tipo había odio bien lo que le había dicho, levanto su brazo, cerro su puño y se había decidido a darme un fuerte golpe, probablemente me hubiera mandado al hospital o simplemente me hubieran mandado con la incompetente enfermera de la preparatoria para que me diera una bolsa con hielos y una pastilla que probablemente habría confundido con una maldita pastilla anticonceptiva, lo bueno fue que el imbécil no se había dado cuenta que detrás de el se encontraba el rector de la escuela, yo me di la media vuelta y seguí caminando escuchando las palabras altisonantes que me decía a través de todo el pasillo, por suerte me encontré con mi mejor amigo Franz quien me hizo la plática por un buen rato hasta que le comente si me acompañaba por algo de comer.

Llegando a mi casa me dedique a realizar mis tareas pendientes, me encerré en mi cuarto, puse música y disfrute toda la tarde, al caer la noche tome una ducha y me puse a ver la resplandeciente luna, deje caer una hoja de papel desde lo alto del balcón con un escrito dentro, solo veía como el viento se lo llevaba, tenia la esperanza de que una persona lo encontraría y trataría de encontrarme.

-¡Que idea tan estúpida!-, dije después de terminar de admirar la luna

Al dia siguiente en la escuela, al parecer nadie me aclamaba por mi audaz pelea con Fred, ya que el siempre molestaba y hacia enojar a todos, fui con Franz para entonar una platica, lo salude y dije:

-¡Que onda amigo! ¿Cómo estas?-

-¡Que onda bro! Pues bien aquí haciendo tarea-

-¿Qué bien, Que bien…. Oye no has visto a Sara?-

-No no la he visto, ¿para que la quieres?-

-Pues namas para darle una nalgadita-

-Pues no no la he visto creo que se metió a un salon con Fred- dijo en un tono de gracia

Sara es la chica más deseada de la preparatoria, todos los chicos se la “sabrosean”, tiene un cuerpo excelente, de “10” siempre ves como esta rodeada de los tipos del equipo de football, Ella era novia de Fred hasta que Fred la vio teniendo sexo en la parte de atrás de su coche, Sara es las mas deseada simplemente porque es una zorra, solamente la quieren para divertirse con ella, nadie niega que ella lo disfruta, si no ¿entonces porque lo sigue haciendo?.

Entre a mi clase de dibujo industrial, en esa clase no hablo con nadie solamente hago lo que me pide la maestra o a veces no hacemos nada porque le hace la plática a Dany, no cabe la menor duda que a la maestra Gorvich le gusta Dany, siempre habla de sus gustos y de lo que habia hecho el dia anterior, en esa clase no está Franz, a si que no hay nadie con quien charlar, todos los de mi salón son unos verdaderos idiotas, nadie comprende lo que pasa a su alrededor.

Sali de esa estresante clase, solamente oía el masticar del marrano de la clase, a dos tipas que hablaban de que iban hacer la noche siguiente, de lo “bien” que se veían y de sus supuestos novios cuando en realidad ni siquiera al nerd de la clase llamaban la atención. Todo eso y muchas otras cosas idiotas de la gente hacían que esa clase fuera eterna, aburrida y a la vez decepcionante.

Llege a mi casa totalmente estresado, subi a mi cuarto mientras que mi madre me decía que seguía teniendo tareas pendientes, estaba a punto de mandarla al carajo pero por suerte estaba mi programa de televisión favorito, me senté a verlo cómodamente en el sillón hasta que llego la tia Ellis. Ya se imaginaran como es la tia Ellis, lo mas probable es que se la imaginen como cualquier tia pero están equivocados, la tía Ellis es la persona mas horrenda que se puedan imaginar, no para de hablar siempre esta presumiendo de las cosas nuevas que se compra cuando probablemente se lo habia comprado en un tianguis, lo malo era que yo no había comido, asi que tuve que bajar a enfrentar uno de los peores horrores de mi vida y para empeorar el caso venia con su hijo Lucio, Lucio es igual que ella un tipo afeminado, creido, que piensa que todo lo que hace el es solamente de la clase “alta”, que solamente gente como el las puede hacer, y tenia razón ya que es totalmente un homosexual con mamitis y lo mas triste del caso es que su mama esta totalmente orgullosa de el .

Tome mi plato y me senté en la otra orilla de la mesa no soportaba oir todas las idioteces que mencionaban, termine de comer lo mas pronto que pude para poder largarme de ahí y evitar que se despidieran de mi. Iba subiendo las escaleras cuando de pronto oí susurros diciendo que era una persona extraña, que siempre me apartaba de la demás gente, que era muy explosivo, no se me podía decir nada porque rápidamente me enojaba y lanzaba gritos e insultos hasta acabarlos.

Cayo la noche, me encontraba recostado en la cama escuchando música y lanzando una pelota al techo, lamentablemente la pelota tuvo que caer al suelo, no me movi e intente que la pelota regresara a mi.

Segui recostado en mi cama cuando de pronto voltee a ver hacia la venta, una resplandeciente luz entraba a mi cuarto y lo iluminaba totalmente, me di cuenta que la luna esta alumbrando a mas no poder y se encontraba en lo mas alto del cielo.

Me le quede mirando fijamente y me puse a pensar si algún dia podre estar en la luna, me puse a pensar si algún dia me sentiré “como en la luna”, me sentí raro, me quede totalmente perplejo sentía que no podía moverme, era un sentimiento totalmente diferente, jamás lo había sentido y jamás me lo había puesto a pensar. Despues de unos instantes desafortunadamente una nube gigantesca tapo aquella hermosa luna llena, me sentí como si esa luna me hubiera hipnotizado, voltee a ver al otro lado de la cama y vi un cuaderno viejo, lo agarre y comenze a escribir lo que me había puesto a pensar y ha sentir aquella luna.

Al otro día me desperté no con muchas ganas pero con mas ganas que el dia anterior, me pare a bañar, me hice mi desayuno, tome las llaves del coche y me fui a la escuela. Cuando llege parecía que me estaban esperando con una bienvenida pero no muy satisfactoria. Se encontraba Fred junto con sus amigos justamente siempre en donde yo aparcaba mi coche. Sin miedo baje los iba a ignorar e ir directamente a mi clase de matemáticas IV pero Fred de acerco y me impidió el paso totalmente, yo, tranquilamente me movi hacia un lado, no buscaba problemas, me sentía muy bien y simplemente no tenia ganas de perder el tiempo con gente perdedora como el. De pronto uno de sus amigos sujeto un palo de hierro y lo estrello a mi coche, intente tranquilizarme y respire hondo pero Fred con toda la intención posible me empujo hacia un bote de basura que había detrás mio. En ese instante no pensé en nada, mas que en romperle la cara, deje mi mochila en el suelo, me arremangue las mangas, cerré los puños y me lance sobre el, comenzamos a pelearnos, todo el campus no estaba observando nadie nos trataba de detener, simplemente éramos un espectáculo para toda la gente idiota e hipócrita que ahí se encontraba, pero eso no mi importo en lo absoluto Fred me tenia harto y le quería poner fin a su “rudeza”.

En ese instante solamente sentí como unas manos nos separaban, era el rector de la facultad de ingeniería, nos cito en la tarde en la dirección general para platicar de nuestro desempeño académico y de porque habíamos comenzado la pelea. Acabando todas mis clases me dirigí hacia la dirección, quería acabar de una vez por todas con todo esto. Cuando llege ahí desafortunadamente tuve que esperar sentado al lado de un gordo al cual le apestaba la boca y lo peor de todo es que no dejaba de hablarme, estaba a punto de lanzarle una maldita pastilla de menta en el ocico.

Cuando por fin iba a pasar con el rector la secretaria me comento que el rector no podía atenderme ahora, estaba a punto de mandarla al carajo y pasar aun asi a verlo, pero pensé y acate la situación, me retire enojado de ahí, Sali directamente al corredor, me dirijia hacia donde estaba mi coche, cuando escuche una voz voltee a ver y era mi amigo Franz, me decía que si íbamos a vernos ese dia, yo le confirme que si, iba caminando de espaldas cuando de pronto sentí como chocaba contra alguien, intente no voltear a ver quien era y por un instante pensé que era Fred, pero algo me sorprendió, inoportunamente voltee a ver y me quede totalmente atónito, mis ojos solo vieron un flash extremadamente resplandeciente, me sonrio y mi cabeza quedo peor que estúpida. No era Fred, era simplemente una chica que jamás había visto por los pasillos de ingeniería, le pedi una disculpa, mi boca se trababa no podía terminar de decir una frase, ella no se preocupo por nada y acepto mi disculpa.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Schwäche

Y ahí estábamos afuera de la puerta de mi cuarto besándonos como siempre, esto ya era mas que un beso, abrimos la puerta de mi cuarto y la lleve hasta mi cama, nos acostamos y seguimos besándonos, comenzaron las caricias y mas que besos, ella traía una chamarra de color azul, yo la continuaba besando, después de eso continúe con su cuello.

Con mis dientes comencé a bajar el cierre de su chamarra, empecé por su cuello y conforme bajaba el cierre la iba besando, todo mi cuerpo estaba caliente, solo veía como ella gozaba de aquellas caricias, pare cuando llegue a sus pechos comencé a rodearlos de besos, seguí bajando el cierre hasta llegar al abdomen, yo continuaba besándola por todo el cuerpo, quería medirlo, me detuve por un momento en el ombligo, besaba su abdomen como si para mi fuera un helado, ella gozaba, quería que continuara.

Continué bajando el cierre de su chamarra hasta que por fin pude zafarlo, le quite la chamarra, ahora era su turno, comenzamos a besarnos de nuevo, ella besaba mi cuello con mucha pasión, me quito la playera, comenzó a besarme por todo el cuerpo, yo me sentía incontrolable como si esos besos fueran droga para mi.

Mi turno, le desabroche el pantalón, iba midiendo sus hermosas piernas con muchos besos, lo único que me importaba es que ella gozara, ahora solo nos encontrábamos en ropa interior, medí de pies a cabeza de su cuerpo, los dos nos encontrábamos con mucho vigor y también con mucha pasión.

Nos abrazamos en la cama, seguíamos besándonos, ahí estaba ella, ahí estaba yo, juntos en la cama amándonos como nunca, sabiendo que todo era una experiencia nueva, los dos gozábamos, nuestros cuerpos calientes y frotando mutuamente, rodando dentro de las cobijas de la cama, los dos podíamos ver en nuestros rostros que lo disfrutábamos, experimentamos nuevas cosas, seguíamos besándonos nada nos detenía, agotados de tanto amor paramos, llegamos hasta donde el cuerpo aguantara, los dos cansados, con la boca seca toda la saliva se nos había acabado.

Lo mejor de aquella noche, fue como si la luna nos estuviera viendo, toda su luz entraba por nuestra ventana, solo nos alumbraba a nosotros, la luna fue algo especial en aquella noche de pasión, la luna fue nuestro ambiente, fue como si ella nos hubiera vuelto locos de amor, locos de pasión, locos de gozar, locos de sentir, locos de saber que es lo que pasa cuando el amor de una pareja es profundo, locos de saber que es lo que el corazón siente, como es que se llena cuando se esta con esa persona especial.

Nos entregamos el corazón con todo y alma, nuestro corazón era frágil, nos cuidábamos para no romperlo, después de un tiempo nuestro amor fue creciendo mas y mas, nuestro corazón se hacia mas fuerte cada día, lo notábamos, nos amábamos como nunca.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Gefangen in einem Traum

En un sueño soñé que soñaba y estaba soñando contigo, era un hermoso paisaje, durante el día el sol radiante nos alumbraba a más no poder y nos teníamos que refugiar debajo de una gran palmera, los dos mirábamos como aves nos sobrevolaban.

Estábamos abrazados, teníamos mucha sed y no podíamos conseguir nada de beber más que unos cuantos cocos que colgaban de una enorme palmera, de pronto voltee a ver y vi como sus labios se encontraban húmedos, salía agua pura, agua de amor, brotaba agua de ellos como una fuente, me volteo a ver y al parecer vio que también brotaba aquella agua pura, nos quedamos con las ganas de probarla.


Caía el atardecer, el sol se ocultaba por el horizonte, podíamos salir a sentarnos cerca de la orilla del mar y dejar que el agua nos tocara los pies, admirábamos aquel atardecer donde el sol se ocultaba detrás de las nubes haciendo que estas tuvieran un color anaranjado, observábamos el inmenso mar frente nuestros ojos, otras vez volteamos a vernos, pero esta vez no veía sus labios, esta vez observaba aquellos ojos de perdición infinita, unos hermosos ojos negros me miraban fijamente.


Caía la noche y teníamos que refugiarnos bajo una cueva, la cueva estaba cálida, nos acostamos en donde pudimos ella recostó su cabeza a lado de la mía y puso mi brazo alrededor de su hermoso cuerpo, solo veía como cerraba los ojos poco a poco, con un intenso sueño me dijo


-Gracias por cuidarme durante este día, no sabes cómo me haces sentir cuando……………-


Se había quedado dormida, yo seguía despierto mirando como la luna nos rodeaba a todo su esplendor, acariciaba sus mejillas, de pronto mientras miraba la luna rodo una lagrima desde mis ojos y resbalo hacia mi barbilla hasta caer en la punta de la nariz de aquella chica, la lagrima resbalo por su nariz hasta llegar a sus labios y desaparecer. Voltee a ver el cielo y aun seguía la luna abrazándonos junto con aquellas inmensas miniaturas que nos brindan un poco de luz. El cielo era hermoso hasta que me quede dormido junto con la bella chica y comencé a soñar.
Me despertó el tremendo sol en la cara y una hermosa ave, también me di cuenta de había amanecido a lado de esa hermosa chica, amanecimos abrazados y con las manos entrelazadas, ella se despertó.


-Buenos días, ¿cómo dormiste?-


-Buenos días mi am……., muy bien ¿y tú? ¿No pasaste frio?


-¿Pero como pasar frio si te tengo junto a mí?-


Le solté una sonrisa por aquella respuesta, pero me había dado cuenta de que le iba a decir mi amor, eso me basto para entender que me encontraba enamorado de ella, pero ella igual sentía algo por mí, ninguno de los dos se atrevía a decirlo, yo sentía pena al demostrarle que la amaba y tal vez ella sentía lo mismo.

Ese día habíamos decidido explorar más a fondo el sueño, íbamos caminando por debajo de unas enormes y preciosas palmeras abundadas de cocos, íbamos tomados de la mano explorando lo desconocido, después de una larga caminata llegamos a un lugar espectacular, un lugar hermoso, lleno de flores amarillas, como si nos hubiéramos topado con el paraíso, el lugar estaba lleno de aves exóticas. Nos sentamos debajo de una palmera, ella tomo mis brazos y los coloco alrededor de su cintura, al parecer ella se había cansado o solo había sido un pretexto para estar abrazada a mí.


Abrí mis ojos, nos quedamos dormidos debajo de esa palmera y soñé, todavía no se acercaba el atardecer, me di cuenta que la chica no despertaba, tenía sus brazos alrededor de mi cuello y su cabeza recostada en mi pecho como si me hubiera dado un beso mientras yo dormía.


Estaba allí tenía su hermosa boca expuesta, quería darle un beso mientras ella dormía, lo pensé por varios minutos, tenía un sueño profundo y no podía escuchar nada de lo que pasaba a su alrededor, me decidí a besarla acerque mis labios a los suyos y comencé a besarlos despacio para no despertarla.


-Que deliciosa boca- dije susurrando.


-¿Qué pasa?- me pregunto con los ojos medio abiertos.


-Nada- le conteste preocupado


-Creo que…………-


-Que pasa- le conteste


-Creo que…………. aaammmm debemos encontrar un lugar…. más…. Seguro- me dijo balbuceando


Yo esta cien por ciento de que eso no era lo que ella me quería decir, a lo mejor esta vez me iba a decir lo que en verdad siente por mí, le seguí la corriente y fuimos en busca de un lugar más seguro, caminamos hacia donde se esconde el sol y nos topamos con un lugar hermoso, con un lugar donde solo lo puedes encontrar en un sueño con mucha imaginación, nos topamos con un lugar que nacía del corazón de la tierra.


Era un lugar asombroso, los dos no habíamos quedado paralizados con la belleza que teníamos enfrente, el lugar estaba rodeado de arboles gigantes, había enormes piedras por todos lados, pero lo más asombroso era como una cascada caía fuertemente sobre unas piedras y producía un sonido sorprendente.


Estábamos agarrados de la mano, nos volteamos a ver y nos soltamos una sonrisa espectacular, echamos a reír y corrimos hacia el agua, estábamos sedientos y no podíamos dejar pasar esta oportunidad, abrazados nos hicimos bolita y nos sumergimos al agua, cuando salimos a la superficie volvimos a reír y empezamos a lanzarnos agua.


Nos divertimos como nunca en ese atardecer, agotados de tanto alboroto empezamos a buscar un lugar donde pasar la noche y madera para poder prender una fogata, por suerte encontramos el lugar perfecto detrás de las enormes piedras que golpeaba la cascada, era otra cueva pero esta cueva era extremadamente más grande que la otra, por suerte también encontramos un lugar seco dentro de la cueva para poder recostarnos, con la madera que habíamos traído prendimos una fogata al estilo cavernícola, nos relajamos con el fuego calentando nuestros cuerpos, ella volvió a recostar su cabeza sobre mi pecho como todas las noches, cerro sus ojos y después de varios minutos se durmió, este día había sido muy agotador, le acaricie su pelo el cual el fuego alumbraba y le daba un color rojo.


Yo no podía dormir, estaba pensando como demostrarle mi atracción hacia ella. Hice su cabeza a un lado, me quite la playera y la puse bajo su cabeza para que no tocara el piso helado, me pare de ahí y camine hacia afuera de la cueva hasta volver a oír el sonido de la cascada me pare enfrente de la cascada y ahí estaba otra vez la luna alumbrándome, su brillo se distorsionaba por el movimiento del agua y su luz me alumbraba los ojos.


Me quede ahí parado viendo la luna, de pronto sentí una presencia detrás de mí, no le tome mucha importancia hasta que sentí como alguien me acariciaba la espalda pasando su dedo de arriba hacia abajo, sentí una sensación extraña y voltee, era aquella chica, me le quede viendo a sus ojos los cuales también eran alumbrados por la luna, ella me tomo de los brazos y cada vez se iba acercando mas a mí, yo la rodee con mis brazos y las acerque aun mas a mí, la bese en su nariz y ella me soltó una sonrisa, acercamos nuestros labios hasta poder tocarlos, ahora si pudimos saborear el agua pura del amor, comenzamos a besarnos apasionadamente, abrí los ojos por un momento y vi como se reflejaba la luna en sus ojos.


Esa noche la luna nos alumbro como nunca lo había hecho, utilizamos nuestra ropa como cama y nos amamos bajo el manto de la luna y el calor de nuestros cuerpos sudando y el fuego avivando cada vez mas algo que no queríamos que nunca acabara, nos queríamos besar hasta que el agua de nuestros labios se acabara y quedaran secos, la tenia rodeada entre mis brazos hasta que de pronto cuando empecé a besar su cuello ella lanzo un gran suspiro y se desvaneció en mis brazos.


Abrí mis ojos, ahí estaba yo acostado sobre mi cama y a mi alrededor el mismo cuarto aburrido de todos los días, todo había sido un sueño con la chica de mis sueños, lance un gran suspiro y triste me volví a dormir tratando de volver e encontrar ese sueño tan maravilloso.

WIDERSCHEIN

Se reflejaba mi rostro en la ventana, pero se distorsionaba por las gotas de lluvia que pegaban en la ventana, estaba aburrido, destazado y aclarando unos cuantos pensamientos, los vidrios estaban empañados, escribía una y otra vez tu nombre sobre aquel vidrio mientras daba un gran suspiro. Los cristales se volvían a empañar y yo seguía escribiendo tu nombre, trataba de aclarar la cabeza, abrí la ventana y deje que la brisa y las gotas me pegaran en el rostro para que se fusionaran con mis lágrimas, resbalaran por mis ojos y finalmente cayeran en el gran vacío en el que me encontraba. Mire hacia el cielo y solo veía como la luna era oculta por una nube gigantesca, la flama de la noche se había ahogado por un sentimiento de tristeza.

Ya no alumbraba, pensaba que se había extinto totalmente aquella llama, tampoco se podían admirar sus acolitas estrellas, el cielo estaba desapareciendo poco a poco por una nube cargada de lagrimas, así como yo estaba desvaneciéndome poco a poco, deje la ventana abierta y me recargue en la pared y me fui deslizando hasta caer rendido con mi cuerpo hecho bola y sintiendo lastima por mí, en ese momento el viento cambio de dirección y se dirigió hacia mi, ahora las gotas de lluvia me pegaban en la espalda, mi sollozo salía por la ventana y se iba directamente al cielo, mientras yo esperaba que en el lugar donde estuvieras lo escucharas, para que entendieras como afligía por tu partida.

Me encontraba escuchando tu canción favorita, mientras yo recordaba cada momento que había pasado junto a ti, imaginando cada beso, cada caricia, cada “te amo”, me recosté sobre mi cama y comencé a lanzar una pelota hacia el techo, mientras mis lagrimas resbalaban sobre mis mejillas, de pronto la única distracción que tenía en ese momento cayo y reboto en el suelo hasta salir de mi habitación, tome mi almohada y me la puse sobre la cabeza mientras yo cesaba las lagrimas cerrando los ojos, comencé a imaginarte nuevamente, mi cabeza no dejaba de proyectar tu imagen, me encontraba en un triste recuerdo que deseaba olvidar, era un hoyo negro que absorbía todos mis pensamientos, todas mis distracciones, todos mis sentimientos, no podía pensar en algo mas, solo se me venía a la mente que no te iba a tener nunca más, que me habías olvidado tal vez por alguien más, cerré mis ojos y caí.

Me propuse a salir de mi casa, me puse mi chaqueta y tome mi ipod que estaba sobre la mesa, estaba empapado iba hacia un lugar que no conocía, caminaba sin rumbo alguno, no tenía ni idea hacia donde iba, lo único que quería era olvidarte y olvidar tu mundo, que mi cabeza estuviera tranquila, que mis ojos dejaran de brotar agua, me subí al metro y comencé a escuchar la poca música que cargaba en el ipod, me quede dormido en el metro, a nadie le importaba hacia donde me dirigía, cuando desperté lo primero que vi fue el reflejo de un hombre totalmente desecho, con los ojos hinchados como si durante todo el día hubiera estado llorando, solo observaba la mirada de aquel hombre, había algo en el, algo extraño, tenía una mirada seria, era una mirada seca sin rumbo sus pensamientos estaban revueltos, me adentre en sus ojos y note que ese no era el hombre que solía ser, algo había nublado sus ojos y su cabeza, era algo completamente absurdo, algo que no valía la pena seguir recordando, era solamente un recuerdo que olvidar, era solamente un recuerdo y un deseo que merecía morir, que no valía la pena estar sufriendo cada momento de su maldita vida.

Desperté y me di cuenta que el reflejo del hombre que había visto era nada más y nada menos que yo, el sueño que tuve me hizo ver el sufrimiento con el cual los demás me ven, me hizo ver que no vale la pena estar asi, que lo único que hago es bajar cada vez mas mi autoestima, que únicamente seguía entregando mi alma a un persona que no la merecía, mientras que a mi alrededor había muchas personas a las cuales se la podía dar sin ningún problema, ese sueño me había hecho ver que yo no había tenido la culpa mientras que yo pensaba que lo había arruinado todo que por mi culpa todo había terminado, que por no haber cuidado el amor él se había desvanecido, ese sueño hizo cambiar mi forma de pensar. Me volvi a quedar dormido y ese reflejo de aquel hombre había desaparecido…………………….