miércoles, 22 de diciembre de 2010

Schwäche

Y ahí estábamos afuera de la puerta de mi cuarto besándonos como siempre, esto ya era mas que un beso, abrimos la puerta de mi cuarto y la lleve hasta mi cama, nos acostamos y seguimos besándonos, comenzaron las caricias y mas que besos, ella traía una chamarra de color azul, yo la continuaba besando, después de eso continúe con su cuello.

Con mis dientes comencé a bajar el cierre de su chamarra, empecé por su cuello y conforme bajaba el cierre la iba besando, todo mi cuerpo estaba caliente, solo veía como ella gozaba de aquellas caricias, pare cuando llegue a sus pechos comencé a rodearlos de besos, seguí bajando el cierre hasta llegar al abdomen, yo continuaba besándola por todo el cuerpo, quería medirlo, me detuve por un momento en el ombligo, besaba su abdomen como si para mi fuera un helado, ella gozaba, quería que continuara.

Continué bajando el cierre de su chamarra hasta que por fin pude zafarlo, le quite la chamarra, ahora era su turno, comenzamos a besarnos de nuevo, ella besaba mi cuello con mucha pasión, me quito la playera, comenzó a besarme por todo el cuerpo, yo me sentía incontrolable como si esos besos fueran droga para mi.

Mi turno, le desabroche el pantalón, iba midiendo sus hermosas piernas con muchos besos, lo único que me importaba es que ella gozara, ahora solo nos encontrábamos en ropa interior, medí de pies a cabeza de su cuerpo, los dos nos encontrábamos con mucho vigor y también con mucha pasión.

Nos abrazamos en la cama, seguíamos besándonos, ahí estaba ella, ahí estaba yo, juntos en la cama amándonos como nunca, sabiendo que todo era una experiencia nueva, los dos gozábamos, nuestros cuerpos calientes y frotando mutuamente, rodando dentro de las cobijas de la cama, los dos podíamos ver en nuestros rostros que lo disfrutábamos, experimentamos nuevas cosas, seguíamos besándonos nada nos detenía, agotados de tanto amor paramos, llegamos hasta donde el cuerpo aguantara, los dos cansados, con la boca seca toda la saliva se nos había acabado.

Lo mejor de aquella noche, fue como si la luna nos estuviera viendo, toda su luz entraba por nuestra ventana, solo nos alumbraba a nosotros, la luna fue algo especial en aquella noche de pasión, la luna fue nuestro ambiente, fue como si ella nos hubiera vuelto locos de amor, locos de pasión, locos de gozar, locos de sentir, locos de saber que es lo que pasa cuando el amor de una pareja es profundo, locos de saber que es lo que el corazón siente, como es que se llena cuando se esta con esa persona especial.

Nos entregamos el corazón con todo y alma, nuestro corazón era frágil, nos cuidábamos para no romperlo, después de un tiempo nuestro amor fue creciendo mas y mas, nuestro corazón se hacia mas fuerte cada día, lo notábamos, nos amábamos como nunca.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Gefangen in einem Traum

En un sueño soñé que soñaba y estaba soñando contigo, era un hermoso paisaje, durante el día el sol radiante nos alumbraba a más no poder y nos teníamos que refugiar debajo de una gran palmera, los dos mirábamos como aves nos sobrevolaban.

Estábamos abrazados, teníamos mucha sed y no podíamos conseguir nada de beber más que unos cuantos cocos que colgaban de una enorme palmera, de pronto voltee a ver y vi como sus labios se encontraban húmedos, salía agua pura, agua de amor, brotaba agua de ellos como una fuente, me volteo a ver y al parecer vio que también brotaba aquella agua pura, nos quedamos con las ganas de probarla.


Caía el atardecer, el sol se ocultaba por el horizonte, podíamos salir a sentarnos cerca de la orilla del mar y dejar que el agua nos tocara los pies, admirábamos aquel atardecer donde el sol se ocultaba detrás de las nubes haciendo que estas tuvieran un color anaranjado, observábamos el inmenso mar frente nuestros ojos, otras vez volteamos a vernos, pero esta vez no veía sus labios, esta vez observaba aquellos ojos de perdición infinita, unos hermosos ojos negros me miraban fijamente.


Caía la noche y teníamos que refugiarnos bajo una cueva, la cueva estaba cálida, nos acostamos en donde pudimos ella recostó su cabeza a lado de la mía y puso mi brazo alrededor de su hermoso cuerpo, solo veía como cerraba los ojos poco a poco, con un intenso sueño me dijo


-Gracias por cuidarme durante este día, no sabes cómo me haces sentir cuando……………-


Se había quedado dormida, yo seguía despierto mirando como la luna nos rodeaba a todo su esplendor, acariciaba sus mejillas, de pronto mientras miraba la luna rodo una lagrima desde mis ojos y resbalo hacia mi barbilla hasta caer en la punta de la nariz de aquella chica, la lagrima resbalo por su nariz hasta llegar a sus labios y desaparecer. Voltee a ver el cielo y aun seguía la luna abrazándonos junto con aquellas inmensas miniaturas que nos brindan un poco de luz. El cielo era hermoso hasta que me quede dormido junto con la bella chica y comencé a soñar.
Me despertó el tremendo sol en la cara y una hermosa ave, también me di cuenta de había amanecido a lado de esa hermosa chica, amanecimos abrazados y con las manos entrelazadas, ella se despertó.


-Buenos días, ¿cómo dormiste?-


-Buenos días mi am……., muy bien ¿y tú? ¿No pasaste frio?


-¿Pero como pasar frio si te tengo junto a mí?-


Le solté una sonrisa por aquella respuesta, pero me había dado cuenta de que le iba a decir mi amor, eso me basto para entender que me encontraba enamorado de ella, pero ella igual sentía algo por mí, ninguno de los dos se atrevía a decirlo, yo sentía pena al demostrarle que la amaba y tal vez ella sentía lo mismo.

Ese día habíamos decidido explorar más a fondo el sueño, íbamos caminando por debajo de unas enormes y preciosas palmeras abundadas de cocos, íbamos tomados de la mano explorando lo desconocido, después de una larga caminata llegamos a un lugar espectacular, un lugar hermoso, lleno de flores amarillas, como si nos hubiéramos topado con el paraíso, el lugar estaba lleno de aves exóticas. Nos sentamos debajo de una palmera, ella tomo mis brazos y los coloco alrededor de su cintura, al parecer ella se había cansado o solo había sido un pretexto para estar abrazada a mí.


Abrí mis ojos, nos quedamos dormidos debajo de esa palmera y soñé, todavía no se acercaba el atardecer, me di cuenta que la chica no despertaba, tenía sus brazos alrededor de mi cuello y su cabeza recostada en mi pecho como si me hubiera dado un beso mientras yo dormía.


Estaba allí tenía su hermosa boca expuesta, quería darle un beso mientras ella dormía, lo pensé por varios minutos, tenía un sueño profundo y no podía escuchar nada de lo que pasaba a su alrededor, me decidí a besarla acerque mis labios a los suyos y comencé a besarlos despacio para no despertarla.


-Que deliciosa boca- dije susurrando.


-¿Qué pasa?- me pregunto con los ojos medio abiertos.


-Nada- le conteste preocupado


-Creo que…………-


-Que pasa- le conteste


-Creo que…………. aaammmm debemos encontrar un lugar…. más…. Seguro- me dijo balbuceando


Yo esta cien por ciento de que eso no era lo que ella me quería decir, a lo mejor esta vez me iba a decir lo que en verdad siente por mí, le seguí la corriente y fuimos en busca de un lugar más seguro, caminamos hacia donde se esconde el sol y nos topamos con un lugar hermoso, con un lugar donde solo lo puedes encontrar en un sueño con mucha imaginación, nos topamos con un lugar que nacía del corazón de la tierra.


Era un lugar asombroso, los dos no habíamos quedado paralizados con la belleza que teníamos enfrente, el lugar estaba rodeado de arboles gigantes, había enormes piedras por todos lados, pero lo más asombroso era como una cascada caía fuertemente sobre unas piedras y producía un sonido sorprendente.


Estábamos agarrados de la mano, nos volteamos a ver y nos soltamos una sonrisa espectacular, echamos a reír y corrimos hacia el agua, estábamos sedientos y no podíamos dejar pasar esta oportunidad, abrazados nos hicimos bolita y nos sumergimos al agua, cuando salimos a la superficie volvimos a reír y empezamos a lanzarnos agua.


Nos divertimos como nunca en ese atardecer, agotados de tanto alboroto empezamos a buscar un lugar donde pasar la noche y madera para poder prender una fogata, por suerte encontramos el lugar perfecto detrás de las enormes piedras que golpeaba la cascada, era otra cueva pero esta cueva era extremadamente más grande que la otra, por suerte también encontramos un lugar seco dentro de la cueva para poder recostarnos, con la madera que habíamos traído prendimos una fogata al estilo cavernícola, nos relajamos con el fuego calentando nuestros cuerpos, ella volvió a recostar su cabeza sobre mi pecho como todas las noches, cerro sus ojos y después de varios minutos se durmió, este día había sido muy agotador, le acaricie su pelo el cual el fuego alumbraba y le daba un color rojo.


Yo no podía dormir, estaba pensando como demostrarle mi atracción hacia ella. Hice su cabeza a un lado, me quite la playera y la puse bajo su cabeza para que no tocara el piso helado, me pare de ahí y camine hacia afuera de la cueva hasta volver a oír el sonido de la cascada me pare enfrente de la cascada y ahí estaba otra vez la luna alumbrándome, su brillo se distorsionaba por el movimiento del agua y su luz me alumbraba los ojos.


Me quede ahí parado viendo la luna, de pronto sentí una presencia detrás de mí, no le tome mucha importancia hasta que sentí como alguien me acariciaba la espalda pasando su dedo de arriba hacia abajo, sentí una sensación extraña y voltee, era aquella chica, me le quede viendo a sus ojos los cuales también eran alumbrados por la luna, ella me tomo de los brazos y cada vez se iba acercando mas a mí, yo la rodee con mis brazos y las acerque aun mas a mí, la bese en su nariz y ella me soltó una sonrisa, acercamos nuestros labios hasta poder tocarlos, ahora si pudimos saborear el agua pura del amor, comenzamos a besarnos apasionadamente, abrí los ojos por un momento y vi como se reflejaba la luna en sus ojos.


Esa noche la luna nos alumbro como nunca lo había hecho, utilizamos nuestra ropa como cama y nos amamos bajo el manto de la luna y el calor de nuestros cuerpos sudando y el fuego avivando cada vez mas algo que no queríamos que nunca acabara, nos queríamos besar hasta que el agua de nuestros labios se acabara y quedaran secos, la tenia rodeada entre mis brazos hasta que de pronto cuando empecé a besar su cuello ella lanzo un gran suspiro y se desvaneció en mis brazos.


Abrí mis ojos, ahí estaba yo acostado sobre mi cama y a mi alrededor el mismo cuarto aburrido de todos los días, todo había sido un sueño con la chica de mis sueños, lance un gran suspiro y triste me volví a dormir tratando de volver e encontrar ese sueño tan maravilloso.

WIDERSCHEIN

Se reflejaba mi rostro en la ventana, pero se distorsionaba por las gotas de lluvia que pegaban en la ventana, estaba aburrido, destazado y aclarando unos cuantos pensamientos, los vidrios estaban empañados, escribía una y otra vez tu nombre sobre aquel vidrio mientras daba un gran suspiro. Los cristales se volvían a empañar y yo seguía escribiendo tu nombre, trataba de aclarar la cabeza, abrí la ventana y deje que la brisa y las gotas me pegaran en el rostro para que se fusionaran con mis lágrimas, resbalaran por mis ojos y finalmente cayeran en el gran vacío en el que me encontraba. Mire hacia el cielo y solo veía como la luna era oculta por una nube gigantesca, la flama de la noche se había ahogado por un sentimiento de tristeza.

Ya no alumbraba, pensaba que se había extinto totalmente aquella llama, tampoco se podían admirar sus acolitas estrellas, el cielo estaba desapareciendo poco a poco por una nube cargada de lagrimas, así como yo estaba desvaneciéndome poco a poco, deje la ventana abierta y me recargue en la pared y me fui deslizando hasta caer rendido con mi cuerpo hecho bola y sintiendo lastima por mí, en ese momento el viento cambio de dirección y se dirigió hacia mi, ahora las gotas de lluvia me pegaban en la espalda, mi sollozo salía por la ventana y se iba directamente al cielo, mientras yo esperaba que en el lugar donde estuvieras lo escucharas, para que entendieras como afligía por tu partida.

Me encontraba escuchando tu canción favorita, mientras yo recordaba cada momento que había pasado junto a ti, imaginando cada beso, cada caricia, cada “te amo”, me recosté sobre mi cama y comencé a lanzar una pelota hacia el techo, mientras mis lagrimas resbalaban sobre mis mejillas, de pronto la única distracción que tenía en ese momento cayo y reboto en el suelo hasta salir de mi habitación, tome mi almohada y me la puse sobre la cabeza mientras yo cesaba las lagrimas cerrando los ojos, comencé a imaginarte nuevamente, mi cabeza no dejaba de proyectar tu imagen, me encontraba en un triste recuerdo que deseaba olvidar, era un hoyo negro que absorbía todos mis pensamientos, todas mis distracciones, todos mis sentimientos, no podía pensar en algo mas, solo se me venía a la mente que no te iba a tener nunca más, que me habías olvidado tal vez por alguien más, cerré mis ojos y caí.

Me propuse a salir de mi casa, me puse mi chaqueta y tome mi ipod que estaba sobre la mesa, estaba empapado iba hacia un lugar que no conocía, caminaba sin rumbo alguno, no tenía ni idea hacia donde iba, lo único que quería era olvidarte y olvidar tu mundo, que mi cabeza estuviera tranquila, que mis ojos dejaran de brotar agua, me subí al metro y comencé a escuchar la poca música que cargaba en el ipod, me quede dormido en el metro, a nadie le importaba hacia donde me dirigía, cuando desperté lo primero que vi fue el reflejo de un hombre totalmente desecho, con los ojos hinchados como si durante todo el día hubiera estado llorando, solo observaba la mirada de aquel hombre, había algo en el, algo extraño, tenía una mirada seria, era una mirada seca sin rumbo sus pensamientos estaban revueltos, me adentre en sus ojos y note que ese no era el hombre que solía ser, algo había nublado sus ojos y su cabeza, era algo completamente absurdo, algo que no valía la pena seguir recordando, era solamente un recuerdo que olvidar, era solamente un recuerdo y un deseo que merecía morir, que no valía la pena estar sufriendo cada momento de su maldita vida.

Desperté y me di cuenta que el reflejo del hombre que había visto era nada más y nada menos que yo, el sueño que tuve me hizo ver el sufrimiento con el cual los demás me ven, me hizo ver que no vale la pena estar asi, que lo único que hago es bajar cada vez mas mi autoestima, que únicamente seguía entregando mi alma a un persona que no la merecía, mientras que a mi alrededor había muchas personas a las cuales se la podía dar sin ningún problema, ese sueño me había hecho ver que yo no había tenido la culpa mientras que yo pensaba que lo había arruinado todo que por mi culpa todo había terminado, que por no haber cuidado el amor él se había desvanecido, ese sueño hizo cambiar mi forma de pensar. Me volvi a quedar dormido y ese reflejo de aquel hombre había desaparecido…………………….